¡Algo que la ciencia dijo podría cambiar mañana!

Panic-attack-symptomsHace unos días en Facebook vi una publicación periodística sobre un posible descubrimiento científico -no pongo el enlace porque no es importante para lo que quiero comentar. El encabezado decía algo como: «PODRÍA PROBARSE QUE DARWIN ESTABA EQUIVOCADO», y luego añadía más abajo que una nueva teoría podría explicar mejor que la teoría de Darwin algunas cosas típicamente atribuidas a la evolución.

La aparente intención del título era llamar la atención por ‘la vía del shock’: No se limita a anunciar un posible nuevo descubrimiento y dejar que todo mundo deduzca las implicaciones: Salta a la vista que se subraya la gran posibilidad de que un científico universalmente reconocido y cuya aportación fue revolucionaria, pudiera estar equivocado.

Las publicaciones no científicas no se distinguen por ser objetivas y claras cuando hablan de ciencia. Esas notas ganan atención casi siempre mediante ser presentadas de forma dramática y luego, por cuestión de espacio y editadas con prisa por gente sin mucha preparación en el tema, la información queda a medias. Esto no necesariamente es malintencionado. Pero me pareció llamativo que alguien haga mención con visos de alarma, de algo que es (o debería ser) cotidiano. Me refiero al hecho de que las afirmaciones científicas (incluso luego de haber sido tenidas como verdades por años) son perfectamente susceptibles de ser sustituidas por otras nuevas.

Hay algo de temor a la incertidumbre en la forma en que mucha gente se aferra a lo que cree conocer. Está bien la parte de evitar modas solo por serlo, y aunque recomiendo revisar las cosas con cuidado antes de correr a abrazar teorías nuevas (la buena ciencia implica la revisión cuidadosa y sin emociones), no debe haber sonrojos en recordar que esta es la forma en que la ciencia funciona y así debiera seguir.

Si alguien cree que tal posición debilita a la ciencia, piense en que aquella otra institución que se enorgullece (!) de aceptar cosas como hechos con la sola base de la tradición o autoridad, que no se molesta en probar nada (dice que quien intenta probar cosas es «arrogante») y encima le llama virtud a creer sin fundamentos. Luego (esta institución) se lleva 500 años en disculparse por algunos de sus errores e injusticias.   Si, ciertamente disculparse es bueno aunque sea tarde, pero definitivamente le sigue ganando el no hacer nada que requiera disculpas.

Es poco probable que alguien tenga jamás una verdad indiscutible, mucho menos en temas tan complejos. Siendo así, una buena política es siempre tomar lo que conocemos como algo que mañana puede cambiar. Y para el caso, no hablamos siquiera de cambios radicales, puede ser una simple actualización, la afinación de un detalle, alguna excepción a la regla o cualquier otro detalle complementario. Pero incluso cuando los cambios fueran más fuertes, es mejor estar preparados y tratar lo que conocemos hoy solamente como una «verdad temporal» o «verdad práctica», por llamarle de alguna manera.

Así funciona la ciencia, aunque no falte quién se enamore tanto de una teoría (a veces por ser el autor, otras alguien a quien inicialmente le costó trabajo entenderla). De todas maneras, durante el tiempo en que un conocimiento se mantiene como verdad, generalmente es posible derivar de él cosas reales y prácticas, cosas que al servicio de la tecnología -aún sin ser la versión final de la verdad- nos dan aparatos nuevos, por poner un ejemplo. Mucho más de lo que ha dado la religión en el terreno práctico.

¿De manera que ‘Darwin podría estar equivocado y hay una explicación mejor’?  Lamento no sentirme apenado, pero en realidad es una excelente noticia. Asumiendo que realmente nos interese acercarnos a la verdad, lejos de alarmarnos por el cambio, una vez que se vea que es una mejor explicación lo correcto es dejar nuestra posición previa.  La ciencia sigue avanzando y aunque el camino no pueda ser recto ni rápido, la idea es seguir acercándonos a donde queremos llegar. Me atrevo a decir que si Darwin (a quien habría que leer más a detalle para ver cómo fue exactamente que llegó a proponer su teoría, el buen sentido que presenta y con qué precauciones la trató antes de presentarlo) hubiera visto una mejor explicación, le habría gustado conocerla, aún cuando no pudiera firmarla como autor. No hay razón para temer, pensando que algún ‘fundamento’ se desmorona, y quien crea eso es porque no ha entendido cómo funciona la ciencia. Cambiar de opinión (por una más cercana a la verdad) siempre es mejor que ser inamovible en una posición que menos pruebas ha dado de acercarse a la verdad.

Por otro lado, a nivel más personal no hay que desperdiciar la oportunidad de ponernos a pensar mejor la forma en que afirmamos algunas cosas y cuándo podría considerarse indispensable la rudeza verbal. Dicen por allí que nuestras palabras deberían ser siempre dulces, por aquello de que quizá debamos tragarlas más tarde. 😉

Aún así…